Alma Carraovejas ha sido galardonada con el premio a la innovación en la primera edición de los Premios de Viticultura de Valladolid “El alma del vino” que organiza la Asociación de Viticultores de la D.O. Rueda con el respaldo de la Diputación de Valladolid y cuya ceremonia de entrega se ha celebrado en el teatro Zorrilla de Valladolid. Un reconocimiento que recogía con orgullo Pedro Ruiz Aragoneses, y que premia la investigación y la apuesta por las nuevas tecnologías aplicadas al viñedo y a la bodega en busca de la máxima calidad en la materia prima, la uva, y el producto final, el vino.

La innovación en Alma Carraovejas está presente en todos los ámbitos de la empresa y actúa como motor de desarrollo y cambio, permitiendo promover diferentes proyectos de I+D+i para transformar los grandes retos del sector vitícola, como la biodiversidad de suelos, el control biológico de plagas y enfermedades, el aprovechamiento de subproductos, el cambio climático en viña y bodega o la viticultura de precisión, en oportunidades de futuro con una perspectiva sostenible.

Premio a la innovación en los premios Viticultura de Valladolid «El alma del vino»

«Es un honor recibir este premio que impulsan los propios viticultores y que supone un reconocimiento a la pasión y compromiso de todo el equipo y pone en valor el trabajo de un sector esencial para nuestra tierra. Desde Alma Carraovejas estamos convencidos de que los grandes vinos se elaboran en la viña. Y buscamos el respeto y equilibrio por conseguir preservar y poner en valor un patrimonio único para nuestra tierra.  Seguir mejorando cada día buscando la innovación y la visión sostenible, en el más amplio sentido de la palabra, que nos permita abordar los grandes desafíos del sector. Entendiendo que el viñedo no es una herencia de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos. Y que este patrimonio nos permita seguir construyendo legados que trasciendan a las próximas generaciones, devolviendo a la tierra lo que tomamos con el máximo respeto y trabajando por el desarrollo de nuestros pueblos, llevando el nombre de nuestra tierra por todo el mundo», explica Pedro Ruiz, Alma Carraovejas.

premio a la innovación

Pedro Ruiz junto con el resto de los galardonados en el patio del Palacio de Pimentel

Para proteger un legado natural excepcional en forma de viña desde Alma Carraovejas se apuesta por una viticultura respetuosa, con un sistema de trabajo en el viñedo en ecológico y con la puesta en marcha de varios proyectos de innovación que permiten alcanzar el objetivo: recuperación microbiológica del suelo a través de cubiertas vegetales y mulching; intervenciones en la rizosfera con fertilización orgánica a la carta o introducción en el suelo de microrganismos beneficiosos como micorrizas, Trichoderma y bacterias promotoras del crecimiento vegetal para el incremento de la resistencia a enfermedades o a la sequía. Asimismo, se sustituyen los productos fitosanitarios y químicos sintéticos por métodos de control biológico, abonos orgánicos y estudio de las condiciones ambientales y de la entomofauna para la correcta aplicación de los tratamientos en las tareas de viticultura.

En la actualidad, Alma Carraovejas, lleva a cabo varios proyectos de I+D+I. En Pago de Carraovejas se está desarrollando el estudio VID VISION para investigar y diseñar un sistema híbrido basado en imágenes aéreas y datos satélites que permitan entrenar modelos de IA para la determinación automática y recuento de faltas en el viñedo; en Marañones acaba de finalizar VITICOS que ha permitido analizar el efecto de las cubiertas vegetales en la capacidad de incrementar el carbono orgánico en el suelo de un viñedo ecológico y biodinámico en el contexto del cambio climático; en Aiurri se está llevando cabo el proyecto REVIVID con el objetivo de buscar estrategias combinadas que permitan la reposición de plantas de vid en viñedo antiguos de la D.O.Ca. Rioja; en Ossian Vides y Vinos el proyecto PADIH REDOX  está posibilitando la adopción de tecnologías digitales disruptivas para medición de sulfitos y reacciones de óxido de reducción para hacer un seguimiento de su evolución durante el proceso de elaboración mediante equipos analíticos de lectura remoto; en Viña Meín – Emilio Rojo a través del proyecto ROTEND se está desarrollando un sistema de predicción de podredumbre en viñedo; y finalmente en Milsetentayseis ha finalizado recientemente el proyecto LOWPHWINE,  para estudiar los factores relacionados con el suelo, la planta y la microbiota enológica y su influencia en el equilibrio de la acidez de los vinos en un contexto de cambio climático.

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Acto de entrega de los I Premios de Viticultura

La unión de estos valores, innovación y sostenibilidad ha permito a Alma Carraovejas adaptar su cultura de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en una estrategia donde se busca el desarrollo no solo en las tres vertientes tradicionales: económica, medioambiental y de sociedad, sino que han sumado dos dimensiones a mayores: emocional y de gobierno ético. En cada una de estas áreas se llevan a cabo acciones concretas que permitan continuar con la búsqueda de la máxima calidad de sus productos, impulsando el bienestar de todo el entorno y con el firme propósito de custodiar un patrimonio natural en forma de viña para transmitirlo a las próximas generaciones.