Alma Carraovejas ha hecho de la innovación y la sostenibilidad una forma de avanzar con sentido. Desde nuestro origen hemos apostado por estos valores como motor de desarrollo permitiéndosenos transformar de forma consciente, con propósito y coherencia.

Uno de los pilares de esta evolución es la investigación en el viñedo aplicada en las tareas de viticultura. A través del proyecto CANOPODA, Alma Carraovejas, ha desarrollado técnicas avanzadas y sostenibles para la poda de la canopia en viñedos. El objetivo no es otro que el de mejorar la calidad de la uva a través de la implementación de técnicas de poda de respeto que ayudan a proteger los racimos del exceso de sol de los meses estivales, con una ventilación adecuada y un equilibrio vegetativo; lograr un mayor equilibrio ecológico con técnicas de poda que minimizan el uso de productos fitosanitarios y una optimización de la producción que permita al viñedo hacer frente a las condiciones cambiantes del clima.

De esta manera el proyecto ha abordado cuatro fases principalmente: el manejo del estrés hídrico, la gestión de la canopia y las técnicas de poda, el control de enfermedades fúngicas y la gestión nutricional del viñedo.

En cada uno de los proyectos vitícolas que forman parte de Alma Carraovejas se han llevado a cabo una serie de actividades basadas en sus necesidades principales.

En Pago de Carraovejas, por ejemplo, se han puesto en marcha prácticas de poda en seco y en verde para las diferentes formaciones (cordón royat, vaso echalas, eje vertical, etc.), también se han llevado a cabo labores de restructuración, selección de brotes, despunte y atadura de sarmientos para la protección de los racimos de los rayos de sol.

Por su parte en Milsetentayseis se he hecho especial énfasis en el despunte de brotes para evitar la canopia abierta, proteger racimos y fomentar el desarrollo de nuevos nietos. Además, se ha llevado a cabo una evaluación de diferentes opciones de plantación como portainjertos, acodos o plantas injertadas para dar una solución a las faltas y mejorar la superficie productiva.

En Viña Meín – Emilio Rojo se ha iniciado la conversión a poda en cordón en varias viñas para aumentar la homogeneidad y reducir riesgo de enfermedades y se ha llevado a cabo un aumento de la gestión de la poda en verde para el control de la producción, deshojado y circulación del aire, entre otros.

En Marañones se han aplicado métodos de poda en seco y verde adaptados a las variedades albillo real y garnacha. También se ha puesto un mayor énfasis en la protección del racimo con el despunte de sarmientos y se ha restructurado y creado nuevas salidas en la poda en seco, con limpieza de madera durante la poda en verde.

En nuestro proyecto Ossian se ha implementado un seguimiento en la poda en seco y en verde en viñedos históricos. Asimismo, se ha desarrollado el método de poda “libélula” aplicado a cepas jóvenes para ayudar a la formación de cuatro brazos y guiar los sarmientos o la gestión de la canopia en verano para mantener verticalidad, desarrollo de nietos y una mayor protección del sol.

Finalmente, en Aiurri, nuestro proyecto en Rioja Alavesa, también se ha llevado a cabo este proyecto facilitando el manejo de la canopia para mejorar el vigor y se ha puesto en marcha un mapeo del viñedo para identificar plantas en producción y faltas. Además, se ha trabajado con una plataforma avanzada digital para predecir la concentración de esporas de oídio, mildiu y botritis, que emiten alertas para la aplicación de fitosanitarios.

Fruto de la puesta en marcha del proyecto CANOPODA se ha demostrado un compromiso firme con un modelo sostenible e innovador mediante la optimización de técnicas de poda; la gestión del estrés hídrico y del suelo y el uso de la tecnología avanzada.

En definitiva, a través de CANPODA se ha establecido una base sólida sobre las labores de viticultura en el viñedo que nos están permitiendo avanzar en la mejorar de la calidad de nuestra materia prima, a la vez que se refuerza el nuestra visión responsable e innovadora.