La sostenibilidad en Alma es una cultura de trabajo, un valor que impregna todas las decisiones y procesos, y es parte de la estrategia de la empresa. Hemos adquirido un compromiso: proteger y custodiar nuestro patrimonio vitícola, fortalecer la cultura propia de la organización y convertirnos en inspiración, contribuyendo de manera decidida a la sociedad a través de nuestro compromiso con el entorno y con las personas.
Un logro que avala esta voluntad en el interés del cuidado del entorno es la certificación que otorga la Federación Española del Vino (FEV) a las bodegas comprometidas con el desarrollo sostenible. El sello Sustainable Wineries for Climate Protection (SWfCP), es la evolución del programa Wineries for Climate Protection, lanzado en 2015 como la primera certificación específica para bodegas centrada en la sostenibilidad medioambiental. Esta iniciativa pionera, que en sus inicios se concentraba principalmente en aspectos medioambientales, ha ido creciendo y adaptándose para incluir criterios más amplios y rigurosos acordes con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) y abarcando también valores alineados a la quíntuple cuenta de resultados de Alma: aspectos sociales, económicos y de gobernanza.
Pago de Carraovejas es el primer proyecto de Alma que se certificó en SWfCP. Lo hizo por primera vez en el año 2019 y fue una de las bodegas precursora en España en la obtención de la categoría Plus de este certificado (Spanish Wineries for Emission Reduction), que acaba de renovar recientemente y que implica una mayor exigencia en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y condiciones adicionales en materia energética y de reducción de huella de carbono. Concretamente, este año hemos logrado que el 31% de la energía renovable provenga de placas solares fotovoltaicas y calderas de biomasa; una reducción de la huella de carbono del 15,1% y contamos, entre otras prácticas, con un plan de descarbonización cuyo objetivo es reducir un 35% nuestras emisiones de CO2 antes de 2030 con acciones como evitar la quema de los sarmientos de la poda de la vid.
En ese mismo año, 2019, Ossian Vides y Vinos también avaló sus prácticas sostenibles con este sello demostrando la responsabilidad adquirida de una forma rigurosa y cuantificable. En 2023 lo ha vuelto a lograr de nuevo con un plan de buenas prácticas en un entorno en el que se cuenta con cepas prefiloxéricas de más de 200 años de antigüedad y que se trabaja en ecológico.
Recientemente, a finales de 2023, los proyectos vitícolas de Alma en Fuentenebro y en Leiro han obtenido por primera vez este sello que representa un firme compromiso por preservar el medio ambiente y contribuir a la lucha contra el cambio climático. Algunos de los aspectos que avalan este sello es la certificación en ecológico de los vinos de Milsetentayseis y la instalación de geotermia en Viña Meín – Emilio Rojo.
Compromiso con el desarrollo sostenible
«En Alma esperamos que nuestro compromiso del presente garantice un futuro mejor a las siguientes generaciones. Entendemos la mejora constante desde una continua evolución, siempre desde el respeto y la autenticidad de un ecosistema que construimos entre todos. Apostamos por fortalecer la cultura propia de la organización y por convertirnos en inspiración, cuidando nuestra relación con cada grupo de interés mediante la honestidad, la coherencia y la integridad».
Para lograr ese compromiso con el desarrollo sostenible trabajamos nuestra prioridad es respetar al máximo el entorno trabajando en una viticultura ecológica y midiendo los impactos que podamos ocasionar al medio ambiente.
Contamos con un plan de acción para la descarbonización con objetivos a corto y medio plazo, reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, mejora de vertidos, gestión de agua, eficiencia energética y reducción de residuos. Asimismo, hemos elaborado una hoja de ruta para la conservación del suelo y el fomento de la biodiversidad en los entornos donde se ubican los diferentes proyectos vitícolas.
Estas prácticas de desarrollo sostenible se aplican en toda la cadena de valor de nuestros productos, desde el nacimiento de la materia prima hasta que llega a manos del consumidor, involucrando a los proveedores para que todas las partes del proceso cumplan con los máximos parámetros de sostenibilidad. Además, se trabaja por lograr el mínimo impacto en la llegada del producto a nuestros canales de distribución. Para ello es importante contar con clientes que compartan los valores y filosofía de Alma.