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Actualmente, el 67% de la energía que consumimos en todas nuestras bodegas proviene de fuentes de energía renovable.
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Alma Carraovejas contempla un plan de actuaciones de eficiencia energética a corto-medio plazo y la instalación de un sistema de control y monitorización de las energías de todos los proyectos vitícolas.
La conexión entre energía limpia, desarrollo socioeconómico y sostenibilidad ambiental es fundamental para abordar los desafíos actuales de la industria alimentaria. El aumento de las energías renovables en el sector vitivinícola es una prioridad clara de las empresas en los últimos años, con una apuesta por el autoconsumo y las energías limpias que se traduce en un aumento considerable de la inversión en instalaciones fotovoltaicas.
En nuestro compromiso con la sostenibilidad y la acción climática, en Alma Carraovejas, trabajamos en un modelo de buenas prácticas para reducir el impacto ambiental y que queremos poner en valor en un día como hoy, Día Internacional de la Energía Limpia, que se celebra con el objetivo de promover el desarrollo sostenible en sus dimensiones económica, social y ambiental.
La energía limpia se refiere a cualquier fuente de energía que cause un impacto ambiental mínimo. No emiten gases de efecto invernadero durante su producción y su uso, por lo que son consideradas «limpias» en comparación con las fuentes de energía tradicionales como los combustibles fósiles.
En nuestro caso, en este momento, en Alma Carraovejas contamos con energía solar fotovoltaica, obtenida a partir de la luz del sol para generar electricidad; energía geotérmica, que obtenemos del calor almacenado debajo de la superficie de la tierra, y energía de biomasa, que se produce a partir de materia orgánica procedente de restos vegetales.
Actualmente, el 67% de la energía que consumimos en todas nuestras bodegas proviene de fuentes de energía renovable, gracias a la compra de energía eléctrica con Garantías de Origen (44 %) y a la energía que generamos en nuestras propias instalaciones con placas solares fotovoltaicas, calderas de biomasa y geotermia (23 %).
Alma Carraovejas contempla un plan de actuaciones de eficiencia energética a corto-medio plazo, como, por ejemplo, en la nueva bodega de Ossian que funcionará con calderas de biomasa, y a largo plazo continuar con instalación de placas solares fotovoltaicas en los diferentes proyectos vitícolas.
Además, tenemos previsto llevar un control exhaustivo con un sistema de control y monitorización de la energía de todas las bodegas: Pago de Carraovejas, Ossian, Milsetentayseis, Viña Meín – Emilio Rojo, Aiurri y Bodega Marañones.
Hemos identificado nuevos retos que llegan con las nuevas condiciones climáticas, como la necesidad de reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles ayudando a mitigar los efectos del cambio climático; mejoras en la eficiencia energética en los procesos de producción de nuestros vinos; la protección del medio ambiente al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, o una mayor seguridad en el abastecimiento del suministro eléctrico.