En Alma Carraovejas mantenemos un fuerte compromiso con la lucha contra el cambio climático, trabajando por hacer más sostenible nuestra actividad, minimizando nuestra huella en el entorno y cuidando la biodiversidad como vía hacia progreso.

Hemos adquirido un compromiso: proteger y custodiar nuestro patrimonio vitícola, fortalecer la cultura propia de la organización y convertirnos en inspiración, contribuyendo de manera decidida a la sociedad a través de nuestro compromiso con el entorno y con las personas.

Para conmemorar el Día Mundial del Árbol, que se celebra en esta jornada, Alma ha llevado a cabo, por tercer año consecutivo, una plantación de árboles junto con los compañeros de los diferentes equipos y sus familias.

Los bancales de la ladera de El Anejón se han llenado de vida en esta fecha marcada en el calendario para concienciar sobre la necesidad de proteger nuestro entorno. Más de un centenar de compañeros, ayudados por el equipo de agroforestería, hemos participado en esta iniciativa con la plantación de 141 árboles frutales.

A partir de ahora, almendros, granados, manzanos, ciruelos, perales, albaricoqueros, cerezos y acerolos florecerán para forman parte de nuestro paisaje, uniéndose a los árboles plantados en las dos ediciones anteriores. Una acción llena de simbolismo ya que cada uno de estas especies de árboles cuenta con el nombre de la persona encargada de su plantación.

Compensación de la huella de carbono

Con esta acción Alma contribuye a la repoblación forestal que permite compensar parte de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y luchar contra el calentamiento global.

Los bosques, además de su valor paisajístico y su función como refugio de la biodiversidad forestal, desempeñan un papel fundamental en la absorción del dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.

En los primeros tres meses de este 2024 Alma Carraovejas ha plantado un total de 698 árboles en diferentes puntos de nuestra finca, como el Pico de Santa María o en el jardín del huerto de Restaurante Ambivium. A los frutales se unen otras especies como: laurel. sauce llorón, ciprés, pino mugo, enebro, tejo, arce platanoide o arce negundo.

En los últimos cuatro años se han plantado más de 2.500 árboles, 906 en 2021, 622 en 2022, 321 en 2023 y 698 en 2024, que ayudarán a compensar 699,32 toneladas de CO2 en los próximos cuarenta años.

Esta medida se une a otras iniciativa que llevamos a cabo dentro de nuestro plan de desarrollo sostenible y que nos permiten reducir la huella de carbono, como por ejemplo que el 25% de la energía consumida en los diferentes proyectos vitícolas proviene de la implantación de nuestras propias fuentes renovables: placas solares fotovoltaicas, calderas de biomasa, geotermia y aerotermia.

El cálculo de la huella de carbono es una potente herramienta para detectar mejoras medioambientales durante el proceso de fabricación de nuestros productos. En la actualidad contamos con el alcance 1,2 y 3, es decir no solo se trata de calcular la huella, sino de implementar medidas para reducirla y compensarla. El objetivo marcado es conseguir ser Net Zero en 2050.