Alma participa en el XXVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar compartiendo sus iniciativas centradas en las personas

Bilbao ha reunido a más de 600 personas en la cita anual más importante de la empresa familiar que este año se ha celebrado bajo el lema «La Fuerza de las Personas». Desde Alma Carraovejas hemos tenido la oportunidad de dar a conocer las diferentes actuaciones que llevamos a cabo para el fomento del talento y la mejora del capital humano.

Junto con otras 17 Asociaciones Territoriales, vinculadas al Instituto de la Empresa Familiar (IEF), hemos colaborado en el preámbulo al congreso con la presentación del proyecto «Compromiso con las personas: 18 iniciativas de Talento e Inclusión». En este documento se recogen propuestas centradas en las personas, en ámbitos como la formación, el desarrollo personal, la lucha contra la exclusión social, la conciliación familiar, el fomento de la natalidad, la solidaridad o el talento, entre otros.

Durante la jornada, Pedro Ruiz tuvo ocasión de participar en la mesa redonda inaugural: «Empresa Familiar y Talento: Estrategias, Fortalezas y Desafíos». Junto a Manuel Domínguez, CEO de Mayoral, Salvador Palmada, Office Manager de Spencer Stuart, Pablo Sagnier, socio de Egon Zehnder y Javier Ormazábal, presidente de Velatia, pudimos desarrollar y dar a conocer entre los asistentes nuestro compromiso con la búsqueda y la mejora continua del bienestar laboral y personal.

«En Alma el eje vertebrador es la quíntuple cuenta de resultados: a las tradicionales dimensiones de crecimiento económico, sociedad y medio ambiente, sumamos personas y gobierno ético. Así ponemos de manifiesto, con determinación, que las personas son estratégicas en Alma. Llevamos años de un rápido crecimiento, de nuevos retos, abrazando nuevos proyectos y dando la bienvenida a personas a nuestro sueño común compartido, también despidiéndonos de algunas que nos han acompañado… y concluyendo que nuestra singularidad, el futuro sostenible de alma, debe crecer desde la esencia que nos ha traído hasta aquí; los valores, la visión, el cuidado pero que a la vez debemos dar estructura para sostener este crecimiento con coherencia. Así cocreamos nuestro modelo de gestión de personas» explicó Pedro Ruiz, durante el congreso.

Nuestra filosofía  en torno a las 3C: cuidados, competencia y compromiso nos ha llevado a crear un  modelo de gestión en la que estos valores conectan con el área de negocio,  cultura y personas.

Cuidados:

La cultura de Alma es la cultura del cuidado sobre todo los que hacemos. Cuidamos la viña, la naturaleza, la biodiversidad y el ecosistema. Cuidamos cada detalle del proceso de elaboración de nuestros vinos. Cuidamos del entorno que nos rodea, de nuestros pueblos, de nuestros proveedores, de la cultura del vino y, por supuesto, cuidamos de las personas que trabajan en este sueño común compartido, para que cada uno de nosotros cuidemos -por ende- de todo lo que nos rodea. Sensibilidad, detalles y ejemplo como lo vemos reflejado en nuestra apuesta por la calidad en el empleo y por la conciliación con nuestra certificación EFR.

Desde al año 2016 estamos certificados en el Modelo EFR (1000-2) y dos años después conseguimos la máxima categoría A+.Un sistema de gestión orientado a establecer una autorregulación voluntaria de la empresa en la coordinación de las personas relativa a la calidad en el empleo, la flexibilidad temporal y espacial, el apoyo a las familias, el desarrollo personal y profesional y la igualdad de oportunidades.

El principal objetivo de este modelo es definir una serie de ventajas diseñadas para satisfacer las necesidades demandadas por los empleados, lo que ha dado lugar al Catálogo de Medidas EFR, que renovamos anualmente teniendo en cuenta las particularidades de cada proyecto y el convenio colectivo de aplicación.

A través de estas medidas intentamos ofrecer una mejora en la calidad de vida y bienestar de nuestros empleados y de sus familiares, mediante la conciliación de la vida personal y laboral, desarrollando acciones que superan lo que exige la ley.

Medio centenar de iniciativas que suponen mejoras en materia de calidad en el empleo, con seguros médicos, servicio de comedor para empleados o el fomento de actividades y formaciones para la promoción de la salud y el bienestar; flexibilidad temporal y espacial, con la implantación de jornada continua y el plan del teletrabajo, entre otros; apoyo a la familia de los empleados, con el permiso retribuido por enfermedad muy grave de familiar de primer grado o para el acompañamiento a los hijos para actividades escolares;  desarrollo personal y profesional,  con acciones como la formación en idiomas a todos los empleados, programa de liderazgo, viaje anual de convivencia o formación continua específica para cada área funcional; o la igualdad de oportunidades, con un protocolo para las situaciones de acoso sexual, por razón de sexo y acoso moral o mobbing o acuerdos con asociaciones sin ánimo de lucro y centros especiales de empleo.

Competencia:

Desde el cuidado en un ecosistema de “seguridad” caminamos firmes a la competencia. Nos gusta la afirmación que dice “Máximo respeto en el personal y profunda exigencia en lo profesional”, no nos quedamos en cuidados vacíos, eso sería ser paternalista sino que trabajamos cada día, en dar a cada compañero su mejor espacio en la organización en su rol y su puesto. Retar su crecimiento en base a sus fortalezas y los retos de Alma. Preguntas como ¿Qué quieres? ¿Qué puedes? y ¿Qué necesitas?, articulan nuestras conversaciones de desarrollo, que buscan canalizar desarrollo, el crecimiento y capacidades de todos. Primero el desarrollo personal y después el profesional, es otro de nuestros mantras en Alma.

Compromiso:

La consecuencia natural de unos cuidados y una competencia adecuada generará en la persona felicidad y desarrollo positivo, que llevará al compromiso. Conocer los motores que mueven la satisfacción y la motivación de nuestros equipos nos lleva a nuevo paradigma en la gestión de personas, es desde ahí desde donde nace nuestra colaboración con Dathum, para poder cuantificar con datos, toda esta filosofía, todas nuestras sensaciones. Hoy es un poquito más realidad en Alma ser capaces de generar en las personas, una identificación y un compromiso sincero con el proyecto. Alimentar y hacer perdurable este compromiso, esa felicidad de nuestros equipos da sentido de propósito Alma, tratando de hacer como nuestra águila, influir positivamente en los ecosistemas donde tenemos presencia.

En definitiva, ser EFR responde a una nueva cultura sociolaboral y empresarial basada en la flexibilidad, el respeto y el compromiso mutuos. Y seguiremos trabajando constantemente en buscar formas con las que conseguir el mayor equilibrio entre el triángulo que forma la vida personal, familiar y laboral de todas las personas que forman parte de Alma.