Los viñedos de Ossian, situados en la provincia de Segovia, comparten una matriz común predominantemente arenoso. Sin embargo, al profundizar en el estudio de suelos, descubrimos que cada parcela, cada paraje y cada pueblo poseen su propia singularidad.
Con el paso de los años, hemos ido incorporado nuevas parcelas de viña vieja, heredadas de personas mayores que nos ceden su legado, lo que enriquece aún más nuestro proyecto. Como en el resto de Alma Carraovejas, en Ossian también realizamos estudios constantes del suelo mediante calicatas, como las 14 que hemos llevado a cabo esta semana en los pueblos de Nieva, Santiuste y Aldeanueva. Viñedos de donde elaboramos los vinos parcelarios que finalmente formarán parte del ensamblaje de Ossian, un vino que refleja la diversidad y riqueza de los viñedos prefiloxéricos de Segovia.
En el año 2015 empezamos en Ossian este trabajo de estudio de suelos. Actualmente, con las 14 calicatas que hemos hecho esta semana, llevamos un total de 140 calicatas que nos dan información sobre cómo manejar cada viñedo y cómo elaborar cada vino.
Estudio de suelos en Pago de Carraovejas
En Pago de Carraovejas empezamos en la década del 2000 un estudio con la Universidad Politécnica de Madrid de calicatas repartidas por la finca para conocer de primera mano la heterogeneidad y las necesidades de cada parcela.
Este trabajo ha realizado más de 300 calicatas en las 160 hectáreas de viñedo que tenemos actualmente en producción que tenemos. Con ello hemos dividido la finca en más de 100 unidades de manejo distintas: parcelas que, en apariencia y en su horizonte exterior tienen una misma realidad, pero en las que la raíz de la cepa crece de forma muy diferente.

Estudio de suelos en Pago de Carraovejas
Este conocimiento nos ha llevado a la viticultura de precisión que aplicamos en las distintas zonas, con el manejo de suelos que requieren pendientes distintas, variedades distintas, edades de cepas distintas… El estudio concluye con la gran heterogeneidad de suelos que podemos percibir en el valle de Carraovejas.
Esta filosofía surgida de Pago de Carraovejas y que llevamos años desarrollando en Ossian tiene sus paralelismos con otros trabajos realizados en otros proyectos de Alma Carraovejas.
Estudio de suelos en Viña Meín
Por ejemplo, en Viña Meín, durante la añada 2024 se realizaron, principalmente en la finca de Meín, en Emilio Rojo y en Osebe, 7 calicatas para conocer las posibles variaciones agronómicas que percibíamos en zonas muy cercanas.
La realidad de las mejores parcelas de Ribeiro es que la roca madre está muy cerca de la superficie, con suelos en un líneo muy poco profundos, pero dos líneos más allá con mayor profundidad y capacidad de retención de agua: por esta heterogeneidad una buena viticultura es la solución para un equilibrio del viñedo.
Estudio de suelos en Marañones
En la misma línea, en San Martín de Valdeiglesias, con Bodegas Marañones, hemos realizado estos últimos 5 años un total de 12 calicatas para el estudio de los suelos. Dentro del proyecto VITICOS, estas calicatas nos han dado una mayor información para poder analizar el efecto de la cubierta vegetal para incrementar el carbono orgánico en el contexto del Cambio Climático.
Estudio de suelos de Milsetentayseis
En Milsetentayseis hicimos también durante el año 2020 una serie de calicatas repartidas en viñedos viejos para poder observar la realidad heterogénea de Fuentenebro.
A pesar de un nexo común con las arcillas rojas y la importancia de los minerales, Fuentenebro destaca por zonas con perfiles completamente distintos que dan una personalidad única a este municipio.
Concretamente, se trabajó en dos parcelas: El Bosque y Moruga. En la primera, el suelo destaca en superficie por las cuarcitas blancas de gran tamaño. Según se va profundizando en el corte, en el primer tercio, la textura es franco – arenosa y llegando al interior encontramos una zona con grava que va a ayudar a la raíz. Finalmente, en la parte más baja del perfil se vislumbra una zona más arcillosa que favorecerá la retención de agua y nutrientes para la planta.
El segundo estudio de suelos se llevó a cabo a un viñedo cuyo corte es completamente distinto. En esta ocasión localizamos pequeños conglomerados en la superficie que se continuarán dando a lo largo de todo el perfil. Según se va ahondando, la textura es franco-arcillosa y la zona media destaca por ser un suelo más arenoso lo que ayudará a que la raíz profundice muy bien.

Estudio de suelos en Milsetentayseis
Estudio de suelos en Aiurri
En Aiurri, el proyecto de Alma Carraovejas en Leza, Rioja Alavesa, hemos llevado a cabo en 2024 un pequeño estudio de calicatas en algunas de las parcelas más significativas: San Andrés, Guardaviñas y Salas. Fruto de esta investigación pudimos conocer mejor nuestros suelos a través de las diferentes etapas de la historia. Encontramos un origen calcáreo que proviene de la época del Cretácico; de la etapa del final del Eoceno descubrimos el material base de la Sierra de Toloño; siguiendo en el Mioceno inferior, Bordigalense, revelamos la influencia de la orografía actual vitivinícola en la zona con arenisca calcárea en la parte más superficial, mientras que en el interior encontramos material aluvial fino y arcillas ocres.
Se trata de una primera aproximación a nuestro terreno en Rioja Alavesa, que nos ha permitido profundizar más en nuestros suelos para abordar una viticultura de precisión y que ampliaremos en un futuro cercano.

Calicata en Aiurri
La importancia del estudio de suelos
El principal objetivo de estos estudios es comprender el desarrollo radicular de nuestras viñas y analizar la profundidad, el grosor y el comportamiento de sus raíces en los distintos estratos del suelo. Esto nos permite conocer mejor la capacidad de absorción de agua y nutrientes, lo que influye directamente en la textura y singularidad de cada vino.
Toda esta información es clave para la interpretación y comprensión de nuestros suelos y evaluar su estado físico-químico, lo que nos ayuda a mantener y mejorar la salud de nuestros viñedos.