Los árboles juegan un papel esencial en la conservación del medio ambiente. Son fuente de vida y los pulmones de nuestro planeta. Los beneficios de las zonas arboladas son incontables. Los bosques sanos limpian el aire, regulan el clima y sostienen la vida beneficiando a las personas, a las plantas y a los animales. En Alma Carraovejas  mantenemos un fuerte compromiso con la lucha contra el cambio climático, trabajando por hacer más sostenible nuestra actividad, minimizando nuestra huella en el entorno y cuidando la biodiversidad como vía hacia progreso.

Dentro de las acciones para preservar nuestro legado, Alma ha querido celebrar el Día del Árbol, que se conmemora el 21 de marzo, con un gesto en el que se ha fusionado pasado y presente para salvaguardar el futuro. “Una sociedad evoluciona cuando las personas son capaces de plantar árboles que saben que nunca les darán sombra”.

Los bancales de la ladera de El Anejón se han llenado de vida en esta fecha marcada en el calendario para concienciar sobre la necesidad de proteger nuestro entorno, conservando la naturaleza, el paisaje y el patrimonio natural. La inocencia de los niños de la familia Alma se ha unido a la experiencia de los trabajadores ya jubilados, que arropados por el resto de compañeros de Pago de Carraovejas y de Ambivium, han participado en una experiencia, en plena naturaleza, en la que se han plantado sesenta y un árboles.

 

 

A partir de ahora almendros, manzanos, ciruelos, perales y cerezos florecerán para forman parte de nuestro entorno. Una acción llena de simbolismo ya que cada uno de estas especies de árboles cuenta con el nombre de la persona encargada de su plantación.

Una experiencia que se ha vivido por primera vez pero que queremos que se prolongue en el futuro. Esperamos que en años venideros se pueda seguir desarrollando hasta lograr que los compañeros de todos los proyectos de Alma puedan contemplar ver crecer la semilla de su árbol.

Siempre con la cabeza en las nubes y los pies en la tierra.